viernes, 30 de octubre de 2009

tratado sobre una mirada introspectiva

Cuantas miradas se han perdido sobre el fondo de un vaso, pensamientos vagos que indagan en la eternidad de la idea, crepusculo obligatorio de nuestro corazon al sentirse herido, toma otro trago y siente como tus alas se evaporan en el vertigo del exceso, tus piernas no quieren sentir el frio de la realidad, y tus manos obedecen los impulsos que antaño dominaron tu vida, un sorbo mas al dulce veneno y seguro que tus ojos vuelven a ver a aquel angel que en sueños te recita poemas de amor y otros excesos, tus labios sienten dentro de si un desierto indescifrable, lleno de pesadillas inducidas, que extraño... entre mas dolor sentimos menos responsables de nuestro pasado nos creemos, entre mas culpa nos condene, mas cerca del paraiso nos visualizamos, y nuestra conciencia nos grita en una ultima esperanza de cordura, pero ese dolor nos mantiene vivos, mas vivos que cualquier otra sensacion, es una lenta condena, un triste crepusculo, mas si la rechazamos, seguramente nos quedariamos vacios, no sabiendo que contestar a la pregunta mas cruel alguna vez formulada...
¿como te encuentras?

Escuchas el suave susurro de la noche en cada centimetro de tu piel, puedes oler cerca a la luna y tus ojos derraman una lagrima solitaria, dolorosa y muda, por ti, por ella, por el mundo, el vaso ahora esta vacio, las letras se vuelven limitantes a las sensaciones, y la vida tiembla entre tus dedos, dulce silencio que corrompe tu melancolia, y nos invita a llenar de locura de nuevo el caliz de nuestros sueños.

O nuestras pesadillas...


A veces, un poco de veneno es necesario para dormir bien por las noches

1 comentario: