sábado, 2 de enero de 2010

Escasez de tinta o el sitio a las palabras

Horror tangible, escritos que suturan el lugar donde entra la consciencia...¿Consciencia de que? Del todo, por supuesto, del nada por consiguiente.

Frente a un monologo la soledad de pronto te mira de frente y tiene tu aroma, te mira con tus ojos y te funde con tus brazos, que aterrador instante de realidad, esa que creiamos entender y dominar, poseer y manipular, que ceguedad tan inoportuna la que nos obliga a vernos como detras de un espejo, en otros mundos, en otros tiempos.

Elegimos estar solos, pero al menos entre una multitud de soledades, verdades que se enlazan con los sentidos, el tiempo, mentira que fabricamos para no volvernos locos o cuerdos, la trinidad de superficies que hermanan al escritor, al lector y a la situacion a una misma caida al vacio, al restregar de las palabras, al desprendimiento brutal de la razon, al toque unisono de la desvanecencia.

1 comentario:

  1. Estee tiene un no se Qee Qe que se yo qee lo hacee especial entre frio y sublime entre lindo y convencedor muy bonito me gusto mucho, cuidatee mucho Saludos^^

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